sábado, 16 de febrero de 2008

CUENTO

LA CIGARRA VAGA
Por Irene Benedí
Érase una vez la cigarra más vaga del mundo, era cantante y como ya sabéis es un duro trabajo aunque no lo parezca.
Tenía la despensa llena pero dejó de cantar y se lo comió tan deprisa que no dejó para el invierno, y cuando llegó pasó tanta hambre que anduvo y anduvo durante tres días y tres noches hasta qué logró dar con un hormiguero cuyas hormigas trabajaban duro para tener comida cuando hacía más frío del invierno ésta aceptó cantar pero a cambio ellas tenían que darle comida y cobijo
Eternos
rivales

Los gatos miran a los linces de reojo, con una pizca de envidia. Y no es para menos. Todas las descripciones de un lince comienzan más o menos de la misma manera: “ Es un felino de tamaño mucho mayor que un gato doméstico...”.

“¿Por qué no comparan al lince con el tigre o el guepardo?”, piensan con razón los gatos, perfectamente conscientes de que no son ellos los únicos felinos del planeta. Y colorin colorado este cuento se ha acabado.

Las Supernenas
Adolescentes

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